Ir al contenido principal

Rubén Blades y Seis del Solar - Escenas (1985)

Un Seis del Solar más acoplado y un nuevo conjunto de historias llenas de sorpresas, secuelas y denuncia, en uno de los mejores momentos del polifacético cantador de historias, Rubén Blades. Otro discazo de latin jazz disfrazado de “salsa”.

Artista: Rubén Blades y Seis del Solar
Álbum: Escenas
Año: 1985
Género: Latin jazz / funk / son
Duración: 40:51
Nacionalidad: Panamá / EUA


En la segunda entrega de Rubén Blades con los Seis del Solar ya no encontramos el vuelo conceptual de Buscando América, pero el contenido de Escenas muestra un sexteto (ampliado con la batería) más sólido, más seguro del carácter de su sonido techno (los teclados dejan de tratar de imitar metales y adquieren color propio), junto a un Blades siempre seguro de su voz, de su timbre y de su mensaje. Es un álbum de canciones fuertes, capaces de trascender el origen de la tradición sonera pegándole un funk claro y definido.






En Escenas la sección de percusiones de Seis del Solar se amolda con la batería sin crear ningún exceso (es un disco bien mezclado), contoneándose sobre la base del bajo y los teclados, como en “Cuentas del alma”, tremenda canción sobre la separación y la culpa, capaz de transmitir el dolor de lo perdido con una musicalidad de fuego. Con Blades, contador de historias, como ya lo hemos descrito, no se puede saber si sus personajes son autobiográficos o mera ficción, pero eso no impide que entregue el relato con una honesta intensidad: ese es el trabajo de su voz.

“Tierra dura (Etiopía)” está de lleno en territorio funk rock. Si bien la percusión latina decora todo el tiempo y los coros muy soneros aparecen desde temprano, el suave ritmo es una síncopa funk y permite tremendos desplantes de batería. La letra describe el desierto etiope y lo presenta como un lugar aciago, sin dios, sin salvación, que se topa con un pregón sentencia: “Que de mi paso en la Tierra responda el cielo y no yo”, secundado por una melodía en los teclados que, si se tratara de rock progresivo, no dudaríamos en llamar sinfónica. El pregón vuelve para finalizar con el riff-tema en un sabroso Fender Rhodes.

El más breve de los cortes es un divertido son como los de Santiago, a velocidad de bachata o merengue, en el que Blades cuenta con humor e ironía los últimos minutos del mundo, en referencia al peligro por excelencia de la Guerra Fría, la bomba. Hacia el cierre del tema los solos de teclado van a cargo de un invitado especial: el británico Joe Jackson (no es de extrañar, ya los habíamos visto antologados en Cabeza de Moog en el disco tributo a XTC, A Testimonial Dinner).

“Sorpresas” es una auténtica sorpresa para quien escucha a Blades desde la época de Siembra. No quiero malograr la sorpresa, así que no diré de qué se trata, sólo que es uno de esos trepidantes thrillers (Blades también es actor de cine) que le gusta narrar. “Mejor será que te cuente toda la historia”, dice por ahí y hay que hacerle caso a él. Quizá sólo añadir que la narración se interrumpe un par de veces con un coro extraño, medio rap duro, que parecería sobrar si no fuera porque enfatiza el suspense de la historia. Los pregones del final, con el modo volcado de menores a mayores, el ritmo acelerado y sonido ambiente de noticias en la TV, son muy divertidos.

“Caína” es definitivamente un pico en la carrera de Blades y los Seis. No hay batería, volvemos al auténtico territorio son: es junto con “Cuentas del alma” y “Muévete”, de salsódromo en El Callao. Pero también cuenta una historia, otro drama latinoamericano: el del narco y la adicción —es 1985, una era “dorada” para el narcotráfico en la transición de sus principales focos desde Bolivia y Colombia hacia México—. Está ambientada en un imaginario Cochabamba Club (probablemente en Miami) a través de un presentador y una cortinilla con el standard de Cole Porter “I Get a Kick Out of You”, aquí cantado “I get no kick from cocaine” (el original efectivamente tiene un coro dedicado a la cocaína, que era legal en sus tiempos, pero luego el mismo Porter se autocensuraría con un horrible verso que terminaba en Spain). Esa introducción rompe en un son cadencioso y fuerte, de lo mejor del sexteto, sobre el que Blades advierte los peligros de la cocainomanía. Sólo dos estrofas en un tumbao de piano perfecto en clave y octavas, y comienza el pregón. Ahí Blades describe las escenas del consumo y el tráfico y su denuncia llega hasta la implicación archiconocida de la CIA en ese mundo.

“Silencios” podría parecer el tema de relleno en este álbum; tiene algo como de compromiso en el hecho de que se trate de un dueto con una estrella pop —si bien hispana— tan mediática como Linda Ronstadt. Es una balada lacrimosa sostenida sobre el Fender Rhodes de Oscar Hernández con mucho sustain (y unas cuerditas de sitentizador como violines italianos subrayando los acentos), luego transformada en power-ballad con su batería y demás… (siempre me la salto cuando oigo este disco). Pero… ¿A ver? Ronstadt canta muy bien y Blades endulza su voz para hacer un bellísimo blend entre ambos. La pareja, además, en este tremendo tema de ruptura y desamor, no está derramando mieles y abrazos; están de espaldas o sin verse a los ojos, sepultando su amor y su pasado con crueldad. No hay esperanza aquí, no como en todo lo que Blades toca, sus intereses sociales, sus denuncias, siempre esperanzadores como corresponde a un socialdemócrata. El amor no tiene remedio. Contada precisamente en escenas, es una tremenda canción. Es la forma de la balada la que deja qué desear, está hecha como para la OTI o Viña.

El cierre es sabrosísimo. Único tema de otro autor, Blades interpreta (y reescribe) “Muévete”, de la gloriosa orquesta cubana de Juan Formell, Los Van Van. Formell, fallecido en mayo de 2014, fue un músico revolucionario de la Cuba revolucionaria. Con los fabulosos Van Van (no alcanzarían los adjetivos para describir a este portento; ojalá pudiera compartir, no tengo nada lossless), creó la fusión que llamó songo a partir del son tradicional cubano, introduciendo en su estructura los instrumentos y estilos del jazz, el rock y el techno. Va más allá del funk, es agresivo y frenético, como el afrobeat de Fela Kuti, al fin todos yoruba, y su original “Anda, ven y muévete” es una de sus mejores encarnaciones.

La versión de Blades y Seis del Solar ha transformado un songo fuertemente erótico en un funk “social”; si bien perfecto, bailable, chévere, una canción de consigna, doctrinaria, maniqueísta. Lo que en Van Van es sexo explícito, en Blades se ha transformado en un nuevo llamado a la responsabilidad política y a la unión latinoamericana en torno de una “verdad”. Quizá está bien, Blades es a fin de cuentas, además de cantante, compositor y actor, también político y servidor público, y poco a poco se irá viendo más presente en su música esta forma de compromiso. Quizá, aunque la versión de Van Van también tiene su jalón político si te la imaginas en un festival en La Habana en los 80, es más revolucionario el sexo que la militancia, ¿no? Aquí la muestra:




Otro discazo de latin jazz (sabemos que “salsa” es mercadotecnia), Escenas muestra un estupendo septeto (número mágico en el son) en el mejor momento de la carrera de Rubén Blades.



Lista de Temas:
1. Cuentas del alma
2. Tierra Dura (Etiopía)
3. La canción del final del mundo
4. Sorpresas
5. Caína
6. Silencios
7. Muévete

Alineación:
- Rubén Blades / voces, maracas, percusión, coros
- Oscar Hernández / piano, sintetizador
- Ricardo Marrero / piano, sintetizador, percusión, coros
- Eddy Montalvo / tumbadoras, coros
- Ralph Irizarry / timbales, percusión
- Louis Rivera / bongós, campana, güiro
- Robert Ameen / batería
- Mike Viñas / bajo

Invitados:
Joe Jackson (sintetizador en “La canción del final del mundo”)
Linda Ronstadt (voz en “Silencios”)





Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Caligula's Horse - Charcoal Grace (2024)

Y cerramos otra semana a pura música en el blog cabezón con otro de los mejores discos que saldrán este año, una banda que desde hace rato estoy tentado a traer, que están dentro del mismo umbral que bandas como Pain Of Salvation, Leprous, Tesseract y Haken, algo que viene del metal progresivo pero verdaderamente aquí la intensidad solo llega a un heavy prog, eso sí, con muchísimas emociones y una carga melódica muy importante, que busca fusionar ideas no convencionales dentro del metal. Este último trabajo, su sexto trabajo de estudio, no solamente es su mejor trabajo hasta el momento sino que además es algo nuevo y fresco, muy amable y fácil de escuchar pero también algo bastante profundo donde la emoción supera al virtuosismo, presentando pasajes delicados y mucha elegancia que trata sobre las experiencias vividas por todos nosotros durante estos tiempos difíciles, que aborda lo sombrío de la pérdida, la alienación y la angustia, habla de la catarsis personal y social, en fin, t

Sleepytime Gorilla Museum - Of The Last Human Being (2024)

Desde hace años tenía la intención de publicar en el blog cabeza algún disco de ellos, luego se disolvieron por algún tiempo y el deseo de presentarlos en sociedad fue olvidado, o casi. Pero ahora regresan en modo resurrección, con tremendo disco (este será uno de los mejores que verá la luz en este actual 2024). Y entonces aprovecho para presentar en sociedad las bestias del RIO (o sea lo que sea ese estilo indescriptible que estos tipos practicaron desde siempre), que siguen con el estilo de siempre, donde la música puede ser muy pesada a veces pero también muy atmosférica y tiene elementos de música clásica, con muchas capas diferentes de todo tipo de instrumentos, también clásicos como violín, trompeta, glockenspiel y piano, lo que da como resultado una simbiosis entre Univers Zero y Sepultura, Isildurs Bane y King Crimson, John Zorn y Henry Cow, mezclando intrumentos y voces femeninas y masculinas, complejo pero al mismo tiempo melodioso, denso pero con elementos de sensibilid

La Máquina de Hacer Pájaros - 10 de Mayo 20 hs.

Mauricio Ibáñez - Shades of Light & Darkness (2016)

Vamos con otro disco del guitarrista chileno Mauricio Ibáñez, que ya habíamos presentado en el blog cabeza, mayormente instrumental, atmosférico, plagado de climas y de buen gusto, "Shades of Light & Darkness" es un álbum que muestra diferentes géneros musicales y estados de ánimo. Se relaciona con diferentes aspectos de la vida humana, como la sensación de asombro, crecer, lidiar con una relación problemática, el éxito y el fracaso, luchar por nuestros propios sueños y más. Cada una de las canciones habita un mundo sonoro único, algunas canciones tienen un tono más claro y otras más oscuras, de ahí el título, con temas muy agradables, melancólicos, soñadoros, algunos más oscuros y tensos, donde priman las melodías cristalinas y los aires ensoñadores. Un lindo trabajo que les entrego en el día del trabajador, regalito del blog cabezón!. Artista: Mauricio Ibáñez Álbum: Shades of Light & Darkness Año: 2016 Género: Progresivo atmosférico Duración: 62:34 Refe

OVRFWRD - There Are No Ordinary Moments (2024)

Si vamos a presentar los mejores discos de este 2024 no podemos dejar afuera al último trabajo de una de las mejores bandas instrumentales de la actualidad. Hay demasiados aspectos destacados en este álbum, el quinto de una de las pocas bandas que pueden hacer un disco largo e instrumental que no decaiga ni aburra ni por un segundo, con 10 temas y 68 minutos donde se funde el jazz, el space rock, el sinfonismo, el heavy prog, todo aderezado con pizcas de psicodelia, bastante clima y muchos matices diferentes, y es maravilloso ver como logran crear diferentes estados de ánimo, atmósferas, sonidos, en una amalgama muy interesante, en algo que se podría definir como la mezcla de King Crimson y Rush, y se hace obvio que han estado tocando juntos durante muchos años, por lo que su comprensión musical e incluso emocional se expresa maravillosamente en canciones como las que están plasmadas en este trabajo. Otro ejemplo de que hay muchísima música increíble surgiendo cada hora, las 24 hor

La Mesa Beatle: Iba acabándose el vino

Buenos días desde La Barra Beatles. Hoy reunidos para recordar una hermosa canción, de las más lindas del cancionero de nuestro rock: “Iba acabándose el vino”, de Charly García. Está en un gran disco llamado “Música del Alma”, un álbum altamente recomendable para amantes de la música acústica. Para introducirnos en el tema voy a traer a un amigo que se nos fue hace varios años, Hernie, conocido en la barra brava de Ferro como “El eléctrico”. Probablemente este pibe sea el mayor fanático de García que conocí. Solía relatar las frases de Charly de un modo tan sentimental que hasta el propio autor se hubiera quedado oyendo a esa voz que venía desde tan adentro, casi desde el significado mismo de la canción. Se notaba que la había recorrido, conocía bien esos vericuetos que están detrás de las palabras, esas notas que la melodía no canta y que, ni bien empieza el tema, la imaginación le hace un coro en silencio que atraviesa todos los compases, los adorna y queda dando vueltas por los parl

Humillación

Jorge Alemán afirma en esta nota (tan actual aunque haya sido escrita hace siglos: el 5 de octubre de 2023) que la pesadilla del avance de la ultraderecha argentina, experta en crueles humillaciones, comenzó hace tiempo y parece que las razones argumentadas que se presentan no alcanzan para despertar de este mundo distópico. Por Jorge Alemán "La historia es una pesadilla de la que estamos intentando  despertar". James Joyce Además del lógico temor frente a que las ultraderechas se queden con el gobierno, estamos asistiendo a uno de los espectáculos más humillantes de la historia argentina. La pesadilla ha comenzado hace tiempo y no parece que las razones argumentadas que se presentan sirvan para despertar de este mundo distópico.   Un clan experto en humillaciones crueles, con matices delirantes que apuntan con una ametralladora de estupideces que son pronunciadas con fruición y goce, se presenta para ocupar las más altas responsabilidades de la Nación. Es el punto

Cuando la Quieren Enterrar, la Memoria se Planta

El pueblo armado con pañuelos blancos aplastó el intento de impunidad . Alrededor de medio millón de personas se manifestaron en la Plaza de Mayo para rechazar categóricamente el 2x1 de la Corte a los genocidas. No fue la única, hubo al menos veinte plazas más en todo el país, todas repletas, además de manifestaciones en el exterior. Una multitud con pañuelos blancos en la cabeza pudo más que todo el mecanismo político-judicial-eclesiastico-mediático, forzando al Congreso a votar una ley para excluir la aplicación del "2x1" en las causas de lesa humanidad. Tocaron una fibra muy profunda en la historia Argentina, que traspasa generaciones. No queremos genocidas en la calle: es tan simple como eso. Tenemos que tolerar las prisiones domiciliarias a genocidas, que se mueran sin ser condenados o que sean excarcelados gracias a los jueces blancos. Cuesta muchísimo armar las causas, años. Muchos están prófugos, muchos no pudieron condenarse por falta de pruebas y otros porque tard

Kosmovoid - Space Demon (2021)

Todo un viaje. Seguimos con la saga de buenos discos brasileros, y presentamos el tercer álbum del power trío brasileño Kosmovoid, haciendo una mezcla de krautrock, industrial, psicodelia, ambient, post-rock y space-rock, una mezcla de estilos que no hemos escuchado en otras bandas brasileras, desplegada por una banda que tiene como principales influencias a bandas como Ash Ra Temple, Dead Can Dance, Popol Vuh, Kraftwerk, Tangerine Dream y Goblin entre muchas otras. Aquí los sonidos electrónicos forman parte del espíritu de las canciones, que deambulan de manera instrumental sobre un colchón de ritmos casi tribales, creando un trance ritual generada por una buena armonía entre cada instrumento, buscando siempre no caer en lugares comunes aunque estén claras las referencias y las influencias de su música. Once temas instrumentales envolventes y reconfortantes forman este buen disco, que toma el Krautrock y lo trae al día de hoy, mezclándolo también con otros estilos para crear algo

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.