Con rostro de piedra, corazón de hielo y moralidad de hiena, el ministro Esteban Bullrich habla de la condición cultural del neoliberalismo: la incertidumbre no como problema, sino como proyecto de vida... Mientras tanto, el gobierno de Marioneta Macri se niega a cumplir con la ley que lo obliga a convocar a los gremios docentes a la negociación paritaria anual. Un símbolo de lo que se está viviendo que no hay más netbooks, no hay más libros, no hay más construcción de escuelas. El problema central de la sociedad argentina, hoy, no está en el Gobierno. Está en la oposición. Porque cualquiera sabe de lo que es capaz el macrismo. La mentira, la insensibilidad, la rapiña, son en ellos estilo. Son sello de clase. Por eso no sólo no van a cambiar ni morigerarse, sino que, como todas sus medidas confirman día a día, van a seguir así y yendo por más. El macrismo, peor aún que el menemismo hace dos décadas, es una máquina de hacer daño a la Nación porque no les interesa el pueblo, porque s